¡Ey, parceros!
Les tengo una noticia que los va a hacer caer en el hechizo brutal de lo novedoso, ese que hace que uno juegue sus mejores cartas y ponga su mejor cara. ¿Sí saben? … ¿no?
Vean pues les hago un recorderis:
¿Recuerdan ese día en que se mudaron a la casa nueva y entraron a consciencia con el pie derecho, cuidaron celosamente que ningún procedimiento del trasteo rayara el piso de cerámica y acomodaron la ropa en el clóset cual Marie Kondo?
¿Recuerdan el día en que lograron ahorrar el dinero suficiente para comprar ese morral que les aparecía por todos lados de internet y entonces empezaron a empacar el almuerzo en doble bolsa para que los jugos de la carnita asada no fueran a manchar su interior, cuidaron la superficie sobre la cual lo descargarían al llegar a clase o al bombeo y deslizaron con suavidad los cierres para que no se fueran a trabar?
¿Recuerdan la emoción chiquitica enredada en las costillas, ese día que entraron por primera vez a la universidad y se despertaron temprano para arreglarse el corte de pelo y además, se estrenaron los tenis del traído?
¿Recuerdan las cosquillas en la panza cuando llevaban a penas unos meses con la novia, las manos les sudaban y decían “yo soy relajad@, los celos son cosa de inseguros”?
¿Recuerdan esa primera semana en la que empezaron a entrenar convencidísimos de que Sascha Fitness iba a ser una pobre boba al lado suyo y hasta dieta empezaron a hacer?
Ya saben de lo que les estoy hablando, ¿si o qué? Bueno, a eso me refiero, a esa sensación de curiosidad y ansias que se activa cuando me dicen que hay REFERENCIAS NUEVAS de una de mis marcas favoritas en el mundo : FILA.
Ahí les dejo pues, de pana, pa que sientan el hechizo.
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