
Mi primera lucha es una película dirigida por la estadounidense Olivia Newman que relata la vida de Monique, una adolescente que al quedar huérfana de madre y con el padre en prisión, pasa por muchos hogares de acogida, sufriendo una profunda inestabilidad y malos tratos.
A lo largo de la película y con el regreso de Darrel a la vida de Monique, Olivia Newman nos da varias lecciones para la vida, sencillas pero frecuentemente olvidadas, que merecen la pena ser compartidas y analizadas:
- Como bien sabemos, el deporte es una gran herramienta para activar el potencial humano y canalizar emociones fuertes, por ejemplo, la rabia, pues “la actividad física genera endorfinas en nuestro sistema nervioso que activa nuestras emociones más positivas y nos hace sentir bien”, leí en universo de emociones.com. Esta premisa, sustenta el desarrollo del personaje principal de la historia, pues a medida que Monique se pone sus nike y lo deja todo en el entrenamiento, su mundo emocional evoluciona, apareciendo en ella virtudes como la disciplina, el cuidado personal y la estratégica toma de decisiones.
- Quienes hemos pertenecido a algún equipo, sobre todo deportivo, conocemos de cerca la hermandad, la lealtad, el sacrificio, la lucha por el interés general, la amistad silenciosa e incondicional que nace en las canchas y se nutre de los objetivos compartidos. Quienes aún no, ¿qué esperan? Esta es la señal para que se apunten a ese equipo de futbol o de volley al que tanto le han estado coqueteando.
- Amor propio es también estar dispuesto a tomar decisiones difíciles que nos causen dolor, porque en el fondo sabemos que es lo mejor para nuestro bienestar e integridad. Escribo esto mientras recuerdo a Monique con lágrimas en los ojos, dejando atrás a su papá.
- Familia no es en la que nacemos, sino la que escogemos y nos escoge de vuelta todos los días, para apoyarnos, cuidarnos y ayudarnos a crecer.
- Para ser valiente, es necesario tener miedo. Leí en ICHI.PRO que “el héroe y el cobarde sienten lo mismo, pero el héroe usa su miedo, lo proyecta sobre su oponente, mientras el cobarde corre. Es lo mismo, miedo, pero lo que importa es lo que haces con él «.
- La disciplina es la clave primordial del crecimiento, porque como dijo Tolstoi, «los dos guerreros más poderosos son la paciencia y el tiempo».