El límite infinito, un documental sobre la vida y las hazañas de Jean Maggi.

En junio del año pasado, Netflix estrenó un documental – que empieza con el canto de los pájaros y la imagen poética de una bicicleta en el campo a contraluz – de Juan José Campanella sobre el atleta Jean Maggi. Un Argentino que con pocos meses de edad se enfrentó a la poliomielitis y en consecuencia, a todos los retos que dicha enfermedad, generalmente invalidante, le fue imponiendo con la suma de los días.
La historia hace hincapié en los giros inesperados de la existencia. Jean Maggi no siempre fue este “cazador de aventuras” de hoy. Conquistar sus propios límites le tomó tiempo, aprendizajes y sobre todo, un cambio radical de autopercepción.
Creció escuchando cómo la gente a su alrededor, no solo lo miraba mal y se burlaba, sino que lo llamaba “pobrecito”.
«Para mí fue más difícil salir con un par de muletas hace cincuenta años a una sociedad que no estaba preparada para una persona con discapacidad. Eso era lo difícil, ir al Himalaya y cruzar los Andes es todo entrenamiento».
Podría afirmar, y creo que muchos estarán de acuerdo, que todos en algún momento, hemos sido rechazados, discriminados por alguna discapacidad o característica física, emocional o mental que no es bien recibida, pero, ¿somos conscientes del autorechazo, de la autodiscriminación, de la lástima autoimpuesta por nuestros egos frágiles?
“Pobrecito” el que aún vivo, no se mata por su sueños.
El humo de los cigarrillos, el sinsentido y el alcohol, lo acompañaron gran parte de sus primeros treinta y siete años. El deporte llegó después, con el riesgo de la pérdida, tras sufrir un infarto que cambió por completo las prioridades de su vida.
El hilo narrativo de este documental está basado en el recorrido que Jean Maggi emprende hacia la cima del Himalaya – su reto deportivo y personal más impresionante hasta el momento – en una bicicleta adaptada, intercambiando los avances en la montaña con los avances inspiradores de su vida, porque la poliomielitis invadió sus neuronas motoras, pero no su espíritu imperecedero.
Juan José Campanella expresa con gran éxito la idea de que trazarnos una meta, por pequeña que sea, y lograrla, es una de las formas más intensas de sentir la vida y encarnar, por un instante, lo divino.
“El Himalaya para otro chico puede ser ir a la playa o bajar un escalón” encontrar propósitos personales, deportivos, laborales, que nos anclen a la vida, es el reto.
El límite infinito cuenta entre otras voces, con las de Elisa Lapente y Jorge Cannata, entrenadores; Juan Maggi, padre; Juan Barrizabal, amigo; Victoria Milano, esposa; Marcos Roldán, guía de montaña; Sara, Catalina, Amparo, Juan y Camia Maggi, hijos; quienes invadidos de orgullos y admiración, contribuyen a la construcción inmejorable de esta historia.
El documental además nos muestra como la fórmula de la libertad para una persona con discapacidad, incluye, sin duda, un instrumento que se convierte en extensión del cuerpo – en este caso la bicicleta – y con él, la posibilidad del movimiento. Y culmina con el conmovedor registro del nacimiento de la fábrica de bicicletas de Jean Maggi “súper adaptados” que con el fin de continuar “derrumbando los mitos de la discapacidad” y poner sus dones y talentos al servicio de los otros, no solo entrega bicicletas adaptadas sino que ofrece oportunidades de trabajo a personas con discapacidad motriz: “las cosas mágicas pasan cuando sales de la zona de confort, las cosas maravillosas, cuando sacas a otro de la zona de confort”.
Luego de ver este documental, es casi obligatorio preguntarnos ¿Qué límites conquistaremos hoy? ¿Cuál será nuestro Himalaya?