“Probablemente pienso en los pies mucho más que el común de la gente. Como diseñador de calzado debo hacerlo. Nuestros pies fueron hechos para caminar, correr y escalar de vez en cuando. Estar descalzo puede ser genial también. Pero lo que el atleta moderno le exige a sus pies va mucho más allá de su función original. Mi trabajo entonces, consiste en pensar cómo hacer para que los pies, hábiles instrumentos naturales, rindan incluso mejor”. Esto fue lo primero que le escuché decir a Tinker Hatfield en Abstract, una de las series más brutales de Netflix.

Se sabe que el objetivo principal de todo diseñador de calzado deportivo es resolver los problemas de los atletas y después, con un poco de suerte, hacer que sus pies luzcan bien y que los demás lo noten. Lograrlo, implica atravesar por un proceso creativo íntimo, trabajoso y apasionante en el que Tinker Hatfield, diseñador no solo de las emblemáticas Jordan sino de numerosas siluetas Nike, se entrega por completo.
A continuación te comparto cinco máximas del proceso creativo de este crack del diseño:
- Conocer a profundidad el atleta es básico para iniciar el proceso de creación. Es sumamente importante generar una relación con él, investigarlo, descifrarlo, observarlo, escucharlo y adentrarse en las profundidades de su personalidad. Al fin y al cabo, no se trata únicamente del rendimiento deportivo, existen muchísimas cosas más detrás del diseño de un calzado para que funcione y sea exitoso.
- Divertirse durante el proceso es fundamental. Sentarse a dibujar y dejarse llevar felizmente por la emoción. Ignorar todos los “por qué” que disparan en la cabeza y permitirnos perder el control. Intentar llegar al origen del pensamiento a través del dibujo de las imágenes mentales y con un poco de suerte, fluir al fin con una corriente de conciencia que nos lleve hasta algún lugar desconocido pero alucinante en el que nazca la idea madre para nuestro trabajo.
- Buscar historias y contarlas a través del producto. “Sin historia y significado, puedes ver el rendimiento como la fuerza motora, pero las siluetas que diseño son mucho más que eso para mí”. No se trata entonces de un simple diseño sobre papel, se trata de la construcción de un concepto, de un significado. Y para esto, hay que navegar el pasado, mirar hacia atrás para entender y avanzar. “Un diseño básico siempre es funcional pero un diseño grandioso, dirá algo”.
- Hay que tomar riesgos. Para el diseño de los Air Max, uno de los primeros proyectos que desarrolló dentro de Nike, Tinker decidió que quería suprimir un trozo de la suela del zapato con el fin de exponer la parte interna de la bolsa de amortiguación. Toda una transgresión a lo habitual. Parte de su propuesta estuvo influenciada por el Centro Georges Pompidou, un edificio muy polémico en París que llama la atención por sus colores primarios y su mecánica interna totalmente expuesta. Todo el equipo estuvo dudando de la asertividad de este diseño y fue aprobado aún con temor a fracasar, pero sin duda esta silueta ha sido una de las más amadas por los fanáticos de Nike.
- Vivir. Hay que atreverse a experimentar con intensidad la vida para que las ideas se consoliden sobre bases fuertes. Las experiencias nos generan una capacidad infinita de generar ideas que luego, con trabajo duro, se traducirán en diseños memorables.